sábado, 30 de abril de 2011

No. 5.- DIVAGANDO

A veces pensamos que todo esta bien y las sorpresas llegan sin más ni más (por algo son sorpresas), un terremoto en Japón y cualquiera pudiera pensar que esta muy lejos y además por que puede importarnos, pero no es mi caso, la noticia provoco una punzada en mi corazón por que ahí vive un primo hermano que hace año y medio aproximadamente tomo la acertada decisión de alcanzar a su familia (esposa e hijo) quien diría que el Caliche, como le decimos en la familia, se casaría con una japonesa y su destino estaría en tan enigmática tierra lejana, se dice fácil, pero se que no lo fue, es que dejar el terruño no es cosa sencilla por que para los mexicanos, el terruño es algo entrañable y sacar nuestra raíz para llevarla  a otra tierra totalmente nueva, es para pensarse, entiendo que es un acto de madurez y no me quedo la menor duda al escucharlo hablar en radio formula con Joaquín López Doriga sobre la situación que estaban viviendo,  como parte de los cerca de 2 000 mexicanos que radican ahí,  simplemente no podía creer que era él quien hablaba, lo escuche maduro, protector, certero  pero sobre todo, comprendí que sus raíces ya están afianzadas en su segunda tierra, tal como lo hiciera su padre en su momento, en hora buena!!!



La tecnología nos ha atrapado, bueno eso no es nada nuevo y quizás lo que diré a continuación tampoco sea nuevo para muchos pero para mi si, por ello deseo compartirles que el otro día tuve la oportunidad de andar por las calles de nuestra hermosa ciudad capital Campeche, por la zona del mercado y centro histórico, lo primero que me asombra es darme cuenta de lo transformado que esta el centro, no se si para bien o para mal, no es el caso juzgar esa situación sino comentar que ya casi nadie vive ahí y los comercios han ido invadiendo el área como en cualquier ciudad comercial de nuestro país, podría decir que el turismo a abierto la oportunidad a los propietarios de esas casas, para darlas en renta o venta y dar paso a los prestadores de servicios y comerciantes que han incursionado en la industria sin chimenea. En el parque principal mientras boleaban mis zapatos, observe a varios jóvenes con su lap y celulares muy entretenidos diría que ensimismados, tome mi celular y busque red logrando conectarme a redcampeche, sin duda la red se va tejiendo; por lo que continuando mi caminar de ese día, pase por un área cercana al mercado principal donde pude constar con cierto orgullo que aun conservamos la tradición de las “venteritas” antes “huacaleritas” ataviadas con su huipil y rebozo teniendo a sus pies su vendimia de cacahuates, pepitas, mango y jícama, estos dos últimos con su respectiva sal con chile y limón, me acerque a preguntar cuanto costaba la bolsa de cacahuate y hasta el tercer “disculpe cuanto cuesta?” la cuestionada se percato de mi presencia, brindándome una sonrisa penosa al tiempo que retiraba de su oído un audífono que venia conectado de su celular (que sobra decir era mucho mejor que el mío)  diciendo: “Qué es?” sonreí y pregunte de nuevo, me dijo que $15 la bolsa, acto seguido le dio un zape a su hija de unos 10 años que la acompañaba (la cual también tenia audífonos con celular)  extendiéndole un billete de $ 20: “anda a ponerme una recarga” la hija cuestiono: “ Y yo? Ya no tengo crédito”, admire el cuadro y me aleje lentamente...



Es contrastante lo que podemos ver al caminar por las calles, me gusta mi ciudad y su gente, pero esta ultima, es mi sentir, no tiene conciencia civil, digo esto por que es triste ver como tiran la basura con el mayor cinismo sin pensar siquiera que están contaminando, que dan mala imagen, lo mismo adultos que niños, niños que serán futuros adultos sin la menor preocupación por su ambiente; eso si, un centro histórico muy bonito y bien cuidado pero las periferias de la ciudad muy sucias y abandonadas, nadie puede pensar que lo que vendemos a los demás es toda la ciudad y no solo una parte? Es muy difícil pensar como ciudadano cual es nuestro papel dentro de la comunidad? Por que creemos que tirar un papel o lo que sea no afecta? Podemos ser tan cerrados y no creer que así como lo hacemos hay un millón que actúan igual. Me indigna la desfachatez con que una persona arroja la basura a la calle y luego nos quejamos de que por que con la menor lluvia, nos inundamos, y se vuelve fácil culpar a la autoridad, por que no limpian. Como diría un gran amigo: Ya no hay moral!!!

1 comentario:

  1. Una entrada variada pero muy amena, esbueno despertar conciencia en los ciudadanos acerca de problemas que nos atañen a todos, como la limpieza de nuestra ciudad. En contrasta el DF es una ciudad sucia, muy sucia, con bolcas de basura por doquier, ni modos, así la tienen y nadie hace nada por mejorar. Ojalá no nos suceda eso en Campeche

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